domingo, 1 de abril de 2012

Happy tree friends/Flippy x Splendid, Splendont/Rating T.

Histeria fandom.Promptmanía.Arriba~

Capítulo 1:Lo mismo.

Capítulo 2:Lecciones.

Capítulo 3:Polvo de estrellas.

Capítulo 4:En su busca.

Capítulo 5:En su encuentro.

Capítulo 6:En el pasado.

Capítulo 7:Un héroe.

Capítulo 8:Otro héroe.
Dos conclusiones

—¿Qué es eso?

Flippy esperaba que no viera la urna hasta que estuviera listo para hablar del asunto. A penas y había logrado que calmara sus lágrimas con caricias comprometedoras. Se puso sombrío al pronunciar:

—Tu hermano.

Splendid se puso tenso. Flippy pretendía cargarlo a la cama sin que encontrara con los ojos afiebrados de angustia el objeto sobre la mesita de la sala. Creyó que tendría tiempo para buscarle un lugar discreto que no mereciera el vulgar nombre de escondite.

—Vamos.—su voz sonó como una orden racional salpicada de pasiones y entre ellas se contaban la contención de aquellas que censuraba. Acto curioso porque Flippy creyó, antes de que las palabras asomaran a sus labios apretados en una mueca difícil (Splendid era delgado y ligero si lo comparabas con tener entre los brazos a un ratón y/o una lagartija pero podía volver a sorberse una lágrima, dejando que un rayo láser se le escapara de las retinas, lo que no solo era peligroso para Flip), de que iba a dejar salir un ruego patético.

Splendid lucía todavía alterado por la respuesta de Flippy, que lo depositó en el cubrecamas para abrir las sábanas y taparlo como si lo metiera en un sobre. Por un instante, al verlo allí, en ese colchón que de repente era tan grande, vulnerable y pequeño como cuando niño, Flippy tuvo una puntada en el estómago y más abajo: la del deseo de quitarse la ropa también y de acostarse a su lado.

No se trataba de sexo (solamente. Piel húmeda, ropa delgada, un cuerpo que rebosaba vitalidad sobrenatural de repente temblando: todo aquello le daba escalofríos), ni siquiera de hacer el amor, reconciliándose. Era el calor de otro cuerpo. Era el estigma de la separación brusca a la que sometió a Splendid, regresando a imprimirse por triplicado en su carne, como una maldición pagana. Ninguna cura. Solo egoísmo.

—Dormiré en el sofá. Mañana...—pero Splendid le aferró la muñeca antes de que pudiera desembarazarse de la situación e irse a tomar una ducha de agua fría que necesitaba de verdad.

Su mirada podía decir muchas cosas. ¿Por qué me has buscado? Más incoherencias culposas sobre Splendont. ¿Dónde has estado? ¿Te quedarás? ¿Me quedaré?

(En otro momento y en otro lugar, Splendid habría gritado todo aquello inflando el pecho y sujetándole la camiseta negra a Flippy, soplándole el aliento en la cara y mostrándole los colmillos, haciéndolo sonreír)

—Gracias.

(Y a punto de volver a llorar, en esa palabra podía leerse un “Quédate” pero Flippy no estaba dispuesto a ello)

—Mañana haremos una ceremonia para tu hermano con los demás. Les explicaremos. Puedes asistir como Splendid en vez de Mark.-agregó al recordar tragándose un suspiro que pocos ignoraban o estaban interesados en la identidad de Splendid, aunque este se obsesionara en mantenerla inútilmente en secreto.  Casos especiales como Lumpy y niñas interesadas como Giggles había por todos lados.

—¿Me darías mi...?

(Antes de que terminara su demanda, tenía la máscara roja a la altura de las rodillas, sobre el cubrecama)

—Y esto.

Flippy le colocó otra azul, igualmente larga, gemela de la de Splendid, cuyo mentón temblaba. No lloró, sin embargo.

—¿C-c-ómo...?

—Lumpy.—Explicó Flippy y salió de la habitación haciendo un gesto con la mano. Esperaba bañarse y preparar la cena mientras que Splendid descansaba pero su...¿ex novio? ¿Amigo? ¿Medio hermano? ¿Alien? Tenía otros planes.

Splendid se disculpó con Flippy en silencio, se limpió las lágrimas y saltó de la cama para volar hacia el cielo con tanto sigilo como le fue posible. Invirtió la rotación de la tierra calculando los días que llevaba en ausencia y se dio cuenta de que no se equivocaba al usar su potente visión para vislumbrarse a sí mismo bordando la noche en que Splendont fue a visitarlo.

Se ubicó en su lugar y se asomó a la ventana para enfrentarse con su hermano desde antes de que le jugara esa broma histérica que había empezado a unirlos más que ese nacimiento inaudito en las afueras del espacio. Lo recibió con un puñetazo.

—Lo que sea que vengas a decir, no quiero oírlo. Puede que engañes a los demás con tus actos pero para mí sigues siendo una copia maligna. No regreses nunca y ten en cuenta que tú has venido a buscar pelea.
Splendont hizo una mueca indignada que se parecía muchísimo a la de Splendid días atrás. Mostró los dientes y se puso en pie, a penas comprendiendo y como ponderando si debiera luchar por orgullo herido. Sin embargo, las vidas de los civiles fueron más importantes y levantó vuelo sin mayores ceremonias de palabra, dejando a Splendid caer de rodillas.

El sonido del teléfono lo trajo a la realidad de su abismo autocompasivo. Pero fue la voz de Flippy la que le devolvió la vida.

—He estado pensando en ti. Insistentemente...—y donde hubiera debido haber un “te extraño”, si aquello fuese una película de romance acaramelado con el desenlace tan deseado por los expectadores sensibles...—...¿jodiste con el tiempo? ¿De nuevo?—...esa acusación dicha con el mismo tono de voz que las crudas palabras de afecto admitido.

En otras circunstancias, Splendid lo hubiera negado vehementemente, tras mostrarse en extremo ofendido por la mera indagación. Pero solo prestó atenciones a lo importante, que le hizo sonreír, aguantándose las lágrimas agolpadas tras los ojos y secándose las que habían empezado a bajar con amargura, como quien se limpia la sangre de una herida que comienza a cicatrizar.

—¿Puedes venir?

—Estoy yendo.

~Fin~